martes, 20 de diciembre de 2011
domingo, 18 de diciembre de 2011
El reino de este mundo
Ti Noel había gastado su herencia y, a pesar de haber llegado a la última miseria, dejaba la misma herencia recibida. Y comprendía, ahora, que el hombre nunca sabe para quien padece y espera. Padece y espera y trabaja para gentes que nunca conocerá, y que a su vez padecerán y esperarán y trabajarán para otros que tampoco serán felices, pues el hombre ansía siempre una felicidad situada más allá de la porción que le es otorgada. Pero la grandeza del hombre está precisamente en querer mejorar lo que es. En imponerse Tareas. En el Reino de los Cielos no hay grandeza que conquistar, puesto que allá todo es jerarquía establecida, incógnita despejada, existir sin término, imposibilidad de sacrificio, reposo y deleite. Por ello, agobiado de penas y de Tareas, hermoso dentro de su miseria, capaz de amar en medio de las plagas, el hombre solo puede hallar su grandeza, su máxima medida, en el Reino de este Mundo.
El reino de este mundo
Alejo Carpentier
lunes, 3 de octubre de 2011
Breve paseo por la National Gallery
"Aut tace aut loquere meliora silentio"
Autorretrato. Salvatore Rosa.
"La sibila de Cumas con un angelote".
The cumaean sibyl with a putto. Guercino.
*Sibila: Mujer sabia a quien los antiguos atribuyeron espíritu profético.
"Susana y los ancianos"
Susannah and the elders. Guido Reni.
"La joven maestra"
The young schoomistress. Chardin.
Autorretrato. Salvatore Rosa.
"La sibila de Cumas con un angelote".
The cumaean sibyl with a putto. Guercino.
*Sibila: Mujer sabia a quien los antiguos atribuyeron espíritu profético.
"Susana y los ancianos"
Susannah and the elders. Guido Reni.
"La joven maestra"
The young schoomistress. Chardin.
domingo, 2 de octubre de 2011
Octubre
"Querido, vuelvo otra vez a conversar contigo... La noche, trae un silencio que me invita a hablarte... Y pienso, si tú también estarás recordando, cariño... los sueños tristes de este amor extraño..."
miércoles, 3 de agosto de 2011
Crimen y castigo
Raskolnikov apartó con la mano el agua, y despacio, con pausa, pero distintamente dijo:
- Es que yo fui quen mató a aquella vieja viuda de un funcionario y a su hermana Lizaveta con el hacha para robarla.
Ilia Petróvich abrió la bca. De todos lados acudió gente. Raskolnikov repitió su declaración...
Crimen y castigo
Fiodor Dostoievski
- Es que yo fui quen mató a aquella vieja viuda de un funcionario y a su hermana Lizaveta con el hacha para robarla.
Ilia Petróvich abrió la bca. De todos lados acudió gente. Raskolnikov repitió su declaración...
Crimen y castigo
Fiodor Dostoievski
miércoles, 13 de julio de 2011
Los ciclos lunares
El número trece era muy significativo. Son trece las lunas de un año solar. Trece menstruaciones. Trece las casas del calendario sagrado de los mayas y mexicas. Cada una de las casas la integraban veinte días y la suma de trece casas por los veinte días daban un resultado de doscientos sesenta días. Cuando uno nacía, tanto el calendario solar de trescientos sesenta y cinco días como el sagrado, de doscientos sesenta días, daban inicio y no se volvían a empatar hasta los cincuenta y dos años. Un ciclo completo donde nuevamente se daba inicio a la cuenta.
Si se suman el cinco y el dos, del número cincuenta y dos se obtiene un siete, y siete también es un número mágico porque son siete los días que integran cada una de las cuatro fases de la luna. Malinalli sabía que los siete primeros días, cuando la luna se encontraba entre la tierra y el sol, estaba oscura pues la luna nueva apenas se hallaba a punto de surgir, era el momento de estar en silencio para que todo aquello que estuviera por nacer lo hiciera libremente, sin ninguna interferencia. Era el mejor momento para <<sentir>> cuál debía ser el objetivo principal de la actividad que uno tenía que realizar en el siguiente ciclo lunar. Era el nacimiento del propósito. Los próximos siete días, cuando la luna salía a mediodía y se ponía a medianoche, mostrando sólo medio rostro, era el momento de avanzar en dichos propósitos. Cuando la luna se encontraba al lado de la tierra y reflejaba plenamente los rayos del sol sobre su superficie, era el momento de celebrar y compartir los logros obtenidos, y los últimos siete días, cuando la luna mostraba la otra mitad de su rostro, era momento para recapitular sobre todo lo obtenido en esos veintiocho días.
Todas estas nociones del tiempo son las que acompañaban a cada ser humano desde el momento en que nacía.
domingo, 10 de julio de 2011
Magia
El prestidigitador
El Bosco
<<Quien escucha a ilusionistas pierde dinero y se gana la mofa de los chiquillos>>
martes, 14 de junio de 2011
Un poco de rímel
No me ignores,
porque soy la primera y la última.
Yo soy la respetada y la desdeñada.
Soy la prostituta y la mujer sagrada.
Yo soy la esposa y la virgen.
Yo soy la madre y la hija.
Soy los miembros de mi madre.
Soy la estéril, pero muchos son mis hijos.
Yo soy la de la gran boda,
pero no he tomado marido.
Soy el silencio incomprensible
y la idea que se recuerda con frecuencia.
Soy la voz de múltiples heridas
y la palabra con mucha apariencias.
Soy el murmullo de mi nombre.
Yo soy vergüenza y osadía.
No tengo vergüenza y estoy avergonzada.
Soy fuerza y soy miedo.
Yo soy la guerra y la paz.
Préstame atención,
¡yo soy la afortunada y la mujer magna!
porque soy la primera y la última.
Yo soy la respetada y la desdeñada.
Soy la prostituta y la mujer sagrada.
Yo soy la esposa y la virgen.
Yo soy la madre y la hija.
Soy los miembros de mi madre.
Soy la estéril, pero muchos son mis hijos.
Yo soy la de la gran boda,
pero no he tomado marido.
Soy el silencio incomprensible
y la idea que se recuerda con frecuencia.
Soy la voz de múltiples heridas
y la palabra con mucha apariencias.
Soy el murmullo de mi nombre.
Yo soy vergüenza y osadía.
No tengo vergüenza y estoy avergonzada.
Soy fuerza y soy miedo.
Yo soy la guerra y la paz.
Préstame atención,
¡yo soy la afortunada y la mujer magna!
lunes, 6 de junio de 2011
El paciente inglés
En el sur de Marruecos hay un viento en forma de torbellino, el aajej, contra el que los fellahin se defienden con cuchillos. Otro es el africo, que a veces ha llegado hasta la ciudad de Roma. El alm, viento otoñal, procede de Yugoslavia. El arifi, también llamado aref o rifi, abrasa con numerosas lenguas. Ésos son vientos permanentes, que viven en el presente.
Hay otros menos constantes, que cambian de dirección, pueden derribar a un caballo y su jinete y se reorientan en sentido contrario a las agujas del reloj. El bist roz azota el Afganistán durante ciento setenta días... y entierra aldeas enteras. Otro es el caliente y seco ghibli, procedente de Túnez, que da vueltas y más vueltas y ataca el sistema nervioso. El haboob es una repentina tormenta de polvo procedente del Sudán que se adorna con brillantes cortinas doradas de mil metros de altura y va seguida de lluvia. El harmattan sopla y después se pierde en el Atlántico. Imbat es una brisa marina del África septentrional. Algunos vientos se limitan a suspirar hacia el cielo. Hay tormentas nocturnas de polvo que llegan con el frío. El jasmin, bautizado con la palabra árabe que significa <<cincuenta>>, porque sopla durante cincuenta días, es un polvo que se levanta en Egipto de marzo a mayo: la novena plaga de Egipto (...)
http://www.youtube.com/watch?v=Z29SiUWr75g
El paciente inglés
Michael Ondaatje
Hay otros menos constantes, que cambian de dirección, pueden derribar a un caballo y su jinete y se reorientan en sentido contrario a las agujas del reloj. El bist roz azota el Afganistán durante ciento setenta días... y entierra aldeas enteras. Otro es el caliente y seco ghibli, procedente de Túnez, que da vueltas y más vueltas y ataca el sistema nervioso. El haboob es una repentina tormenta de polvo procedente del Sudán que se adorna con brillantes cortinas doradas de mil metros de altura y va seguida de lluvia. El harmattan sopla y después se pierde en el Atlántico. Imbat es una brisa marina del África septentrional. Algunos vientos se limitan a suspirar hacia el cielo. Hay tormentas nocturnas de polvo que llegan con el frío. El jasmin, bautizado con la palabra árabe que significa <<cincuenta>>, porque sopla durante cincuenta días, es un polvo que se levanta en Egipto de marzo a mayo: la novena plaga de Egipto (...)
http://www.youtube.com/watch?v=Z29SiUWr75g
El paciente inglés
Michael Ondaatje
sábado, 28 de mayo de 2011
Lolita
Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta.
Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, cuando estaba derecha, con su metro cuarenta y ocho de estatura, sobre un pie enfundado en un calcetín. Era Lola cuando llevaba puestos os pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos fue siempre Lolita.
Lolita
Vladimir Nabokov
Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, cuando estaba derecha, con su metro cuarenta y ocho de estatura, sobre un pie enfundado en un calcetín. Era Lola cuando llevaba puestos os pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos fue siempre Lolita.
Lolita
Vladimir Nabokov
sábado, 21 de mayo de 2011
Realismo mágico
Fue esa la época en que cedió a las ansias de comerse las gardenias que Tránsito Ariza cultivaba en los canteros del patio, y de ese modo conoció el sabor de Fermina Daza. Fue también la época en que encontró por casualidad en un baúl de su madre un frasco de un itro del Agua de Colonia que vendían de contrabando los marineros de la Hamburg American Line y no resistió la tentación de probarla para buscar otros sabores de la mujer amada. Siguió bebiendo del frasco hasta el amanecer, emborrachándose de Fermina Daza con tragos abrasivos, primero en las fondas del puerto y después absorto en el mar desde las escolleras donde hacían amores de consolación los enamorados sin techo, hasta que sucumbió a la inconsciencia. Tránsito Ariza , que lo había esperado hasta las seis de la mañana con el alma en un hilo, lo buscó en los escondites menos pensados, y poco después del mediodía lo encontró revolcándose en un charco de vómitos fragantes en un recodo de la bahía donde iban a recalar los ahogados...
El amor en los tiempos del cólera
Gabriel García Márquez
El amor en los tiempos del cólera
Gabriel García Márquez
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