miércoles, 15 de junio de 2016

Número Cero

"No tenía patria, viví en ciudades distintas (llegué a Milán sólo porque me llamó Simei), corregí galeradas para por lo menos tres editoriales (universitarias, nunca para grandes editores), para una revisé las entradas de una enciclopedia (había que controlar las fechas, los títulos de las obras, y todo eso), trabajos todos ellos en los que me hice una cultura, o mejor, una cultura monstruosa, como diría Paolo Villaggio. Los perdedores, como los autodidactas, tienen siempre conocimientos más vastos que los ganadores. Si quieres ganar tienes que saber una sola cosa y no perder tiempo en sabértelas todas; el placer de la erudición está reservado a los perdedores. Cuanto más sabe uno, es que peor le han ido las cosas".

Número cero
Umberto Eco

martes, 15 de marzo de 2016

El gran gigante bonachón


   -Si de verdad quieres saber lo que uno hace en vuestro pueblo -dijo el GGB-, uno sopla sueños en los dormitorios de esos niños.
   -¿Soplar sueños? -dijo Sophie-. ¿Qué quieres decir?
   - Uno es un gigante soplasueños -dijo el GGB-. Cuando todos los gigantes salen galopeando a todas partes para ir a tripear guisantes humanos, uno se va corriendo a otros lugares para soplar sueños en los cuartos de los niños que duermen. Sueños agradables. Dorados sueños agradables. Sueños que hacen felices a los soñadores.



 

domingo, 28 de febrero de 2016

La fe descubridora

Por  intermedio de los frailes de la Rábida, el Almirante conoció a los prestigiados marinos del clan Pinzón de Palos y a los Niño de Moguer. Estos resultaron decisivos a la hora de reunir a los que se requerían para tripular los barcos y el avituallamiento necesario para tan larga expedición.

"En la tarde del 2 de agosto embarcaron las tripulaciones. Al día siguiente, bien temprano, comulgó Colón y se embarcó en seguida. En el nombre de Jesús dio orden de levar anclas y largar los aparejos. Faltaba media hora para la salida del sol, y los gallos de Palos no cantaban aún". (Björn Landström).